Síndrome coronario agudo y shock distributivo por escombroidosis

Cristina Soriano Rodríguez, August Supervia Caparrós, Maria Acer Puig, Sara Villar del Saz Cano, Sílvia Mínguez Maso

Resumen


 

La escombroidosis es una causa frecuente de intoxicación alimentaria debida a la ingesta de pescado azul contaminado con bacterias que inducen la formación de grandes cantidades de histamina. Su incidencia en España es desconocida y probablemente sea una enfermedad infradiagnosticada por confundirse con una alergia alimentaria. Se asocia con el consumo de pescado de la familia Scombroidae y Scomberesocidae, siendo el atún el responsable de más del 80% de los casos1. Es consecuencia de una mala refrigeración inicial y el envasado no elimina la histamina ya producida. La clínica característica, que suele ser leve y autolimitada, incluye un rash eritemato-urticariforme, flushing, síntomas gastrointestinales, cefalea pulsátil y palpitaciones.

Se presenta un caso de escombroidosis grave.  

Varón de 43 años sin alergias conocidas, con antecedentes de hipertensión arterial en tratamiento con cuatro fármacos, cardiopatía isquémico-hipertensiva con hipertrofia ventricular severa y 3 infartos de miocardio previos, el último hacía 3 meses, diabetes mellitus tipo 2, y enfermedad renal crónica estadio 3A. Acudió a urgencias por dolor torácico y eritema palmoplantar tras ingesta de atún una hora antes. La exploración mostró un paciente con regular estado general, diaforético, con tensión arterial de 80/50mmHg, frecuencia cardíaca de 70 latidos/minuto y saturación de oxígeno basal del 98%. Destacaba un eritema pruriginoso palmoplantar y flushing abdominal. La analítica sanguínea mostró potasio de 5.44mmol/l y ácido láctico de 3.74mg/dl. El electrocardiograma evidenció un descenso difuso del segmento ST en derivaciones laterales. Se realizó ecocardiograma que no constató cambios respecto a previos. Ante la sospecha de reacción anafiláctica al pescado se administró adrenalina 0.5mg intramuscular e hidrocortisona 200mg endovenosa. El paciente presentó hipotensión arterial refractaria y cambios isquémicos en electrocardiograma. Ante la inestabilidad hemodinámica se inició perfusión de noradrenalina, estabilizando la tensión arterial pero con persistencia del dolor torácico, por lo que ingresó en la unidad de cuidados intensivos. Evolucionó a distrés respiratorio precisando intubación orotraqueal y ventilación mecánica. Ante la escasa respuesta al tratamiento, se reorientó el cuadro como una escombroidosis con shock distributivo secundario e infarto agudo de miocardio de origen hemodinámico. Tras adecuación terapéutica, el paciente evolucionó favorablemente pudiendo trasladarse a unidad de hospitalización tras 4 días de ingreso en UCI.  

Los casos graves de escombroidosis son infrecuentes, habiéndose descrito solo unos pocos en la literatura. Existe mayor susceptibilidad en pacientes con cardiopatía isquémica o asma, siendo excepcionales en ausencia de estos2,3. Una posible explicación es que el efecto histaminérgico puede provocar vasoespasmo coronario transitorio4. La medición plasmática de histamina durante las primeras horas permite el diagnóstico definitivo. En casos leves, el tratamiento se basa en antihistamínicos orales durante 1-2 días. Los casos graves requieren tratamiento del shock secundario5. La congelación temprana del pescado es el factor preventivo más importante.

La escombroidosis debe ser parte del diagnóstico diferencial ante casos de toxiinfección alimentaria por pescado. La clínica y la anamnesis dirigida permitirán establecer un diagnóstico de presunción y tomar medidas terapéuticas específicas, y en los casos infrecuentes de complicaciones graves, establecer una correcta identificación y tratamiento precoz.


Palabras Clave


Escombroidosis, shock distributivo, síndrome coronario, anafilaxia, intoxicación alimentaria.